1794 Franconia, región sur de Alemania. Los agricultores están inquietos, es tiempo de vendimiar y el edicto del obispo autorizándolo no llega, cada día que transcurre la pérdida de cosecha aumenta. Malas noticias: el prelado ha fallecido y a su sucesor no se le espera hasta el Enero siguiente. La uva pasará todo el invierno en la planta, las esperanzas de obtener una buena cosecha disminuyen. Lo previsto, apenas una décima parte es aprovechable al comenzar al año. La uva se recoge y se prensa congelada, la fermentación del mosto es complicada y lenta. Llega el momento de catar el nuevo vino y sorpresa: el producto resulta sabroso, aromático, dulce y de acidez intensa. Este accidental hecho constituye el primer testimonio de la elaboración de un vino de hielo.
Hasta la década de los 80 del siglo pasado no comienzan a elaborarse de manera seria este tipo de vinos. Se empieza entonces a hablar de vino de hielo, Eisswein (Alemania) o Icewine al vino obtenido de uvas congeladas de forma natural en la planta.
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no sabía q surgiera de esta forma, muy curioso...
ResponderEliminarMe alegro de que te parezca interesante Miguel
ResponderEliminarUn saludo
Qué fuerte Dieguito!! Pues está chulo... además me gustó tu primer post, quiero máaaaas!!! jajajaja Creas adicción eh?? :P
ResponderEliminarGracias Iris!.En breve publicaré la segunda parte de vinos de hielo
ResponderEliminarOstras, qué interesante. Te seguiré con asiduidad, vinatero.
ResponderEliminarFelicidades por tu blog Diego. Me ha gustado mucho el comienzo!
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